La maternidad como detonador


Entrevista para El Economista
Sin edición 
Por Concepción Moreno

Junio de 2017



1.    ¿Cuándo empezaste a interesarte por el feminismo? ¿Hubo algún evento detonante?

Definitivamente hubo un evento que cambió mi forma de ver a la mujer a través de todos sus ángulos y ese momento empezó a tomar forma con mi primer embarazo. No es que no me hubiera acercado al feminismo antes de ser madre, pero sentí cómo me cimbró la experiencia y cómo escuchaba conscientemente en la voz de muchos este discurso que damos por bueno y es el que nos minimiza y nos sella, en muchos casos, para toda la vida. Empecé a notar claramente las imposiciones sociales, los roles que jugamos y aceptamos, empecé a cuestionármelo todo, en silencio, noté las injusticias y en cierta forma sentí una gran preocupación porque mis hijos son varones y entendí las presiones por las que pasan, las omisiones que los caracterizan y la cultura que los educa y los planta a la defensiva frente a las mujeres. De manera que la labor era doble, debía dar respuesta a mis preguntas y permitirme anticipar la mejor vía para acompañar el crecimiento de unos hijos que identificaran el machismo en el tiempo que les ha sido dado para disfrutar la vida, así poco a poco podríamos ir dándole voz a esos silencios del pasado.

2.    En el último año ha habido una especie de renacimiento del feminismo, especialmente entre chicas jóvenes (al menos así es en México). ¿Ves este renacimiento a nivel internacional? ¿La frase "the future is female" es más que un slogan para vender ropa?

En los últimos años se ha logrado de alguna manera pasar del discurso a la práctica y las jóvenes en algunas partes del mundo están empezando a comprender una parte de lo que el feminismo ha considerado vital en los enunciados que proclama hace décadas,  y eso es lo que concibe que el respeto a la mujer comienza desde dentro. Las niñas están empezando a observar en los medios y tal vez en algunas comunidades que hay un interés real y racional ante el problema del machismo y la discriminación en todas sus formas.  Sin embargo, es poco lo que hemos podido concientizarnos, hay lugares en el mundo donde esta conversación íntima y social no tiene lugar alguno. Hay comunidades que quizás todas conocemos en donde estas inquietudes no consiguen un lugar de discusión adecuado.  La frase de “The future is female” contiene una gran fuerza, promete futuro, promete un cambio y ese debe ser el único objetivo de las mujeres que nos consideramos feministas, es lo que debemos procurar para nosotras y para todas las que conocemos y nos hace reflexionar sobre este tema en un sentido global. Cuando una niña a temprana edad escucha, lee o porta un afiche con la frase “the future is female”,  las creencias adquirirán valor precisamente en ese lugar de la estima que no nos enseñaron a cultivar a las mujeres de estas generaciones, donde el futuro no era tema de género ni de justicia social.


3.    ¿Existen las feminazis?

No. Personalmente me parece un término ofensivo y violento porque hace referencia a una época de la historia del mundo dolorosa y cruel. Quienes usan este término lo usan en defensa de todo lo que no están pudiendo entender ni decantar en sus adentros, de todo aquello que se les hace desconocido y al tiempo les da miedo.  La palabra “Feminazi” es un insulto que radicaliza la discusión que estamos intentando tener, la palabra feminazi impide que podamos cuestionar lo que no compartimos y lo que hace es restarle autenticidad a las dudas. No podemos atacar las ideas con las que no estamos de acuerdo resolviendo usar palabras ofensivas pues el lenguaje es el mensaje que construye o destruye las luchas sociales.


4. En Estados Unidos, donde vives, ¿cuál es el estado de las relaciones entre hombres y mujeres? ¿Los roles han cambiado?

Los roles han cambiado en una pequeña proporción porque la economía y la fuerza femenina están obligando a los hombres a entender que las mujeres queremos y debemos realizarnos, queremos trabajar y estamos obteniendo crecer gradualmente dentro de organizaciones que antes no lo hubieran permitido. Aquellas que no trabajan pero buscan la realización desde otros espacios también están entendiendo la relación mujer-hombre de otra manera, sin embargo los pendientes en el ambiente de los roles siguen vigentes  y el rol de la mujer en términos generales sigue siendo el mismo. Es realmente revelador ver que la mujer se sigue encargando del espacio que habita, del hogar, algunas también de los hijos casi en su totalidad. La mujer en estas sociedades sigue sintiendo que su valor es más considerado en el terreno de las emociones, los cuidados a “los suyos”. Me atrevería a afirmar que en Estados Unidos, socialmente se le ve a la mujer en los mismos términos que en México o en Venezuela,  como un bastión que protege, mima y realiza todo lo necesario por el bien de su comunidad pero casi nunca por el bien de ella misma. La mujer sigue sosteniendo el equipaje de la inferioridad de género, sigue luchando por resolverlo pero el orden social es tan agudo y tan sutil que su fuerza la devora entre la vida real, el manejo de su tiempo y las múltiples funciones en las que los hombres no participan dentro de la comunidad en la que comparten su vida con las mujeres.

Ilustración: Paola Pineda Córdova 



5.    ¿Cuáles son tus autoras feministas de base? ¿El activismo necesita de academicismo?

No existe algo así como mis feministas de base pero me he topado con autoras que han marcado mi vida y me han forzado a verme en ese espejo al que le huimos  constantemente.  Mi encuentro con el arte es quizás la forma más visible en la que el feminismo me ha llamado, pues a través de las artistas es que he podido ver los gritos de desesperación en los que vive aún enterrada la palabra “igualdad”.  Son muchas las formas en que se pueden tener encuentros íntimos y significativos con el feminismo, a través de la prosa de Sor Juana Inés de la Cruz, la literatura aguerrida de Gioconda Belli, la voz de Antonia Palacios, venezolana, que a través de su obra denunciaba la falta de difusión y valoración de las obras literarias escritas por mujeres todavía a finales del Siglo XX.  Pintoras y escultoras mexicanas como Frida, Leonora Carrington, Nahui Ollin, entre otras, las representantes mundiales del arte moderno, de la fotografía y el cine, las que sostienen pueblos enteros tejiendo y bordando historias en la provincia, las que se levantan en la madrugada para echar a andar sistemas de organización en una comunidad, las que enseñan, las que lanzan redes de pesca al mar, las que cuidan y trabajan la tierra y un sin fin de mujeres a las que conozco y veo partirse el día trabajando por un mundo mejor, un mundo que llama a la justicia a través del activismo. Sin duda el feminismo necesita del academicismo, suplica discutir los enunciados y preceptos para ir adquiriendo  formas que se adapten a la calle, a las sociedades, a las marchas, a las declaraciones y publicaciones que dan lugar a un diálogo íntimo y público necesario. Todo movimiento parte de las teorías, vivencias, hallazgos, y en el arte he logrado descubrir los trazos del feminismo,  desde los más complejos a los más sencillos y éstos representan la piedra angular que negocia con los pensamientos y los ensancha a razón de la meta que se anhela, a razón de lo que nos es urgente normalizar.


6. En México a últimas fechas se han estado discutiendo temas como el acoso callejero y el consentimiento. A juzgar por medios anglosajones son temas recurrentes a nivel internacional. Pero ¿no nos distraen de esta emergencia mundial que es el feminicidio? ¿Cómo tocar todos los temas de violencia de género sin olvidar el hecho de que nos están matando?

El tema del acoso callejero está ligado al feminicidio, el lenguaje del día a día está ligado al feminicidio, la cultura está ligada al feminicidio, la economía, el arte, el cine, la literatura, la política, las familias, las escuelas y universidades han incurrido en la imperdonable omisión de no tocar los temas de la manera en que las mujeres los necesitan.  El feminicidio se ha normalizado, no con la misma rapidez que el maltrato y la discriminación pero si con la misma intensidad que el machismo, nace de él, es su hijo interiorizado, desarrollado, descarado, ese al que nadie le ha puesto un alto, al que en algunos sitios no se le ha cuestionado nada.  Si tocáramos el tema de la igualdad de género desde que nacemos muchos hablarían hoy desde los argumentos, tendríamos sociedades fieles a la idea de igualdad que supieran leer el significado del NO y supieran disfrutar de la armonía que necesita un SI libre.  Cuando la palabra femenina tenga la misma consideración que se le tiene a lo tonos  masculinos podremos decir que estamos entendiendo la lucha contra el abuso de género y el machismo .


7.    ¿Cuál es tu sentir respecto al estado del activismo feminista a nivel global? ¿Cómo tientas las aguas: está creciendo, está estancado, se ha vuelto un coto de poder, o al contrario, es cada vez más abierto e incluyente?

El  activismo feminista está creciendo, está permeando pero de lo que  no estoy segura es de que esté cumpliendo con sus objetivos originales. Permea, cubre, se ve y éste es un gran avance pero no creo que su verdadero significado, su  verdadero alcance esté llegando a buen recaudo o esté cumpliendo con las premisas mínimas. Sin duda, hasta los hombres lo están viendo, le temen, no está estancado, se mueve,  pero desde los lugares comunes, desde la vida diaria de las que no tienen voz pareciera que abarca cotos de poder. Es abierto en su comunicación pero no en su ejecución, las feministas de algunos grupos tienden a ignorar a las mujeres que no se dedican a lo que ellas. Es un círculo que cumple sus ciclos y comienza desde estas mujeres para abarcarse y terminar en ellas mismas, y se asume que solo ellas nos representan a todas, reproduciendo una de las aristas del mas burdo patriarcado al creer que solo ellas saben protegernos porque de alguna manera otras son incapaces de brindar el mismo beneficio. El activismo feminista en nuestros países parece ser cerrado y no creo que sea por una razón de rentabilidad sino porque así se conforman las sociedades que naturalmente discriminan sin darse cuenta. Sin embargo sería injusto negar sus grandes aportes y la creatividad a la que recurren para atender casos que se han peleado con mucha fuerza a través de la historia y aquellos que tienen alcance mediático. Siempre he pensado que esa tenacidad tendría mejores resultados si se abrieran espacios a mujeres del campo, de los vecindarios, de los pueblos, de las colonias y a aquellas que no tienen espacios donde hacer escuchar su voz.


8.    Por último, ¿cómo se organiza una revolución? Sé que es una pregunta vaga, pero a lo que me refiero es: ¿cómo, desde el activismo, el bloggerismo, el periodismo, las marchas, los paros, podemos cambiar la realidad de millones de mujeres violentadas en el mundo? Estoy pensando que nosotras, las que nos levantamos, venimos de contextos más o menos privilegiados. ¿Cómo hablar de manera respetuosa por aquellas que no gozan de ese privilegio?

Las revoluciones se organizan desde el sentimiento más sencillo, es preciso ir por las mujeres menos privilegiadas, contar con ellas, son la razón de las verdaderas revoluciones, de las mujeres de a pie, de aquellas que no pueden publicar un texto, que no pueden leer un libro, ni un reportaje que les cuestione las costumbres interiorizadas, de aquellas que no tienen acceso a las redes sociales y no conocen los nombres de las que trabajan en nombre de ellas,  que viven el día a día defendiéndose del machismo en todas sus formas. De ellas, estoy segura, obtendríamos otros sentidos de lucha, los más humanos, los que despiertan instintos de sobrevivencia, de resistencia, esos  sentidos que las hace parte de las estadísticas y al mismo tiempo no las toma en cuenta. La lucha de las que contamos con privilegios desde temprana edad debe estar centrada en llegar a estas mujeres y darles la voz que el feminismo necesita. Es por ello que invitarlas sin importar sus orígenes, nacionalidades, carreras universitarias, trabajos o razas debe ser la principal misión del feminismo en países como México y Venezuela.







Comentarios

Entradas populares de este blog

El Armario

Tacones Cercanos. Matrimonios del mismo sexo.

Yo perreo sola